One night Stand Blush Palette, Nars.
Si si si…sé que fue de la colección de navidad y que quizás vaya un poco atrasada haciendo la review de la maravillosisisisisima Blush Palette One Night Stand de Nars, pero con el trabajito que me ha costado conseguirla, es digna de hacerle mención en el blog.
Sabía que saldría desde pasado el verano, y desde ese momento estuve al acecho para poder conseguirla, pero ni aún así la conseguí. Y es que en Málaga hay pocos Sephoras, menos aún los que tienen Nars y además no te dejan reservar nada. Con lo cual, tienes que tener la suerte de desplazarte desde Málaga capital hasta Marbella (40 minutos en coche) para llegar al Sephora que tendría las dichosas paletas y poder llevartela. Obviamente, mi tiempo es oro, y empecé a llamar a todos los Sephoras como loca, incluso a Madrid y Barcelona, que tampoco querían ni reservar ni mandarla por correo.
Gracias a que una amiga viajó en navidad a Nueva York, pudo conseguírmela y yo le estaré ¡eternamente agradecida!
Ésta colección ha sido un homenaje a Guy Bourdin (1928-1991) icono y fotógrafo de moda en los años 70. Ya en el 1955 publicó su primera portada en Vogue Francia, fue en la década de los 70, cuando estaba presente tanto en la edición francesa, británica e italiana. Sus imágenes en color, y poses diferentes y subidas de tono, le hicieron subir hasta lo más alto.
Empezamos con las características de la paleta. El packaging suavísimo de Nars negro. Esa textura tan agradable al tacto que tiene los envases de Nars, pero que para limpiarlos nos traen por el camino de la amargura. De hecho, cuando hice las fotos sólo la toqué para sacarla de la caja, y ahí está ya mi huella presente…
Nos encontramos una vez abierta, un iluminador, un bronceador y cuatro coloretes, todo en textura polvo y con un acabado típico de Nars, sedosidad, pigmentación y durabilidad como pocas marcas.
Con su plástico protector estupendo, gracias François Nars.
Si analizamos los colores.
Orgasm: Conocidísimo, de hecho es el que casi todo el mundo se compra primero, antes de volverse una adicta a los coloretes de la marca. Deja un rubor suave, por su tono rosado, y aporta luminosidad gracias al punto satinado de dorado. Esa mezcla hace que a simple vista parezca más un tono coral clarito.
Mistinguette: Colorete rosa chicle mate. Esa es la defición, chicle Boomer, de toda la vida, o incluso ese chicle que traía las «calcomanías» que valían «un duro» o 5 pesetas…
Deep Throat: Yo diría que es la versión del «orgasm» para que se aprecie en pieles más oscuras. De base rojiza, y brillo dorado. Como si eleváramos varios tonos el orgasm.
Goulue: De todos estos coloretes, el más oscuro e intenso. Base rojiza/teja y algún brillo leve en dorado. En pieles claritas (como la mía), deja un rubor natural o tipo «heidi».
Devotee: Iluminador en tono neutro, es decir, ni es dorado, ni es rosa, ni tiende a azul, ni a gris. Es tono piel neutra satinado. Queda precioso, pero es evidente.
Laguna: No hay mucho que hablar sobre ellos. Polvos bronceadores, muy conocidos. Con un toque satinado, aunque en la piel, no es apreciable. Yo ya tenía en tamaño completo los casino, que son bastante más oscuros, y como tono claro utilizaba los Four Seasons de Guerlain en «Blondes» (pronto entrada de éstos polvos bronceadores, que me han parecido…¡¡la caña!!)
Mi opinión personal, es que son de la misma calidad que los individuales. Textura suave, fina y duradera, sobre todo lo último, porque mis mofletes son especialistas en que el rubor desaparezca al salir por la puerta de casa, y con éstos, me duran aproximadamente 6 o 7 horas (repito, ésto para mí es una barbaridad…)
¡Y hasta aquí puedo escribir! Como siempre os digo, lo que necesitéis, excepto que os regale mi paleta, lo siento es «mi tesoro» (voz de Gollum) ¡¡Lo que queráis!!